Descripción
La exposición del misterio cristológico-trinitario, que se estudia en los tratados Desde la Trinidad y de la Cristología, presenta la crisis paradigmática (en el sentido kuhniano del término) en la que hoy se encuentra, y cuya superación (aufhebung) requiere la distinción entre sujeto ontológico y el sujeto epistemológico, tanto en Cristo, como Verbo encarnado, como en la noción de Dios. Esta crisis aparece en el ámbito de la Trinidad en la confrontación entre el trinitarismo monopersonal (Barth, Rahner) y el
trinitarismo social (Moltmann, Greshake), y en el ámbito cristológico, en el que el paradigma monofisita del neocalcedonismo impide el reconocimiento del paradigma duofisita de la cristología antioquena, de la Fórmula de Calcedonia, de Máximo Confesor, y de Duns Scoto, en quienes el sujeto epistemológico es el eje vertebrador de la explicación sobre la estructura óntica del ser de Cristo. Si estos planteamientos se encuentran dentro de la filosofía del realismo griego, en el paradigma de la filosofía de la modernidad, según la relación entre el yo y la persona que establece Leibniz, en la mónada sustancial Cristo el yo de esa mónada es el sujeto epistemológico de la unión de sus dos personas y de las dos naturalezas de su ser, confirmando así el paradigma del duofisismo cristológico. En cuanto a la mónada sustancial que es Dios, el yo de la misma es el sujeto ontológico de las tres personas divinas, una relación que se explica mediante la dialéctica de la participación platónica, tal como aparece en El Sofista de Platón, en la dialéctica entre el Ser y los otros cuatro géneros supremos. La ciencia teológica que se concibe es la de que la verdad es la consistencia de la totalidad de las partes (Hegel).
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